Vómito verbal puro.
Yo no sé que es lo que me pasa, por qué me cuesta hablarle a la gente de lo que siento, compartirle lo que me gusta, abrirme al debate de opiniones. No sé si es miedo o arrogancia. Desde siempre me ha gustado escribir haciendo metáforas absurdas que después de días o años ya no entiendo, seguro cuando la gente lo lee no lo entiende o es tan ajeno que deja de importarle, y yo en mi afán por hablar y desentenderme de la gente y de mi misma; escribo cuentos embarañados, twitteo sobre cajas de calabaza y zanahoria o simplemente me ahogo con el silencio. Estoy enojada, estoy triste ¡no lo sé! No sé que me pasa. Me acuesto y no salgo de la cama, mis pies están dormidos, no me responden y se hacen débiles. No quiero hablar conmigo misma porque cuando lo hago me volteó la cara y me pongo a mirar memes. No quiero desahogarme cuando estoy sola porque tal vez quiero que alguien me dé un abrazo y me diga que me entiende aunque en el fondo todo le parezca la más grande tontería. Quier