Vómito verbal puro.

Yo no sé que es lo que me pasa, por qué me cuesta hablarle a la gente de lo que siento, compartirle lo que me gusta, abrirme al debate de opiniones. No sé si es miedo o arrogancia. Desde siempre me ha gustado escribir haciendo metáforas absurdas que después de días o años ya no entiendo, seguro cuando la gente lo lee no lo entiende o es tan ajeno que deja de importarle, y yo en mi afán por hablar y desentenderme de la gente y de mi misma; escribo cuentos embarañados, twitteo sobre cajas de calabaza y zanahoria o simplemente me ahogo con el silencio. 

Estoy enojada, estoy triste ¡no lo sé! No sé que me pasa. Me acuesto y no salgo de la cama, mis pies están dormidos, no me responden y se hacen débiles. No quiero hablar conmigo misma porque cuando lo hago me volteó la cara y me pongo a mirar memes. No quiero desahogarme cuando estoy sola porque tal vez quiero que alguien me dé un abrazo y me diga que me entiende aunque en el fondo todo le parezca la más grande tontería. 

Quiero salir de la cama, quiero levantarme, ver el día como lo ven los otros. Ahora miro el cielo y me entra la gran nostalgia; no porque sea bello, no por que las nubes dibujen una tortuga, un pato, más bien el cielo se tiñe de una escala de grises y dentro de mí todo se hunde porque quiero ver las cosas como antes, o de cualquier maldita forma menos como las veo ahora. 

Ya no salgo, no hago nada y no me enorgullece, ¡al contrario! Todos mis amigos andan ahí afuera siendo los intelectuales que siempre han sido, presumiendo su vida diaria, siendo ellos, felices. Recapacito y veo. Trato de ver aunque estoy ciega, no veo nada ni atrás ni adelante, pero sé que veía mejor con mis antiguos lentes, que me veían mejor todos. Ahora ando con unos armazones baratos, inútiles que se rompen y se resbalan a cada rato. He perdido el enfoque, el ángulo en donde todo se ve perfecto o al menos mejor de lo que mi ojo alcanza a ver. 

Veo a todos descontrolados por los malditos poemojis y por Bob Dylan y a mi ya ni siquiera me dan ganas de decir nada. Al parecer todos hablan para escuchar su voz, y yo no sé si no puedo hablar o no quiero escucharla. A fin de cuentas, ¿el FONCA le va a quitar la beca que ya se gastó en comida para gato y tatuajes? Igual que más da. esto del arte es bien subjetivo, pero subjetivo o no tiene sus parámetros, no sé si los están redefiniendo o los están derrumbando. Hoy en día quien no sé cree artista, quien no cree que hace, trabaja o vive por el arte. Inluso yo lo hago, mientras escribo aquí en mi blog, creyendo que alguien me lee y discutiendo si decir que "soy escritora" en mi perfil de facebook es falta de honestidad o sobra de arrogancia. 

Ay no, yo tengo hartas cosas en mente que algunas se me salen por las orejas y otras empiezan a bailar con mis dedos. Tengo tanto que decir pero me rehuso a hacerlo porque creo que no hay nadie que escuche, y si lo hacen, doy por hecho que soy pérdida de tiempo. Vaya tonterías las que me cargo y con las que me tropiezo. Andar caminando por el mismo campo minado que yo planté en contra de mis enemigos. Me he dado cuenta que, cuando trato de luchar contra un miedo, lo enfrento. Hago maratones para acostumbrarme y apropiarlos a mi personalidad y a mi entorno. Pero por más que he tratado no lo logro. Dos cuentas en twitter cerradas porque después de un tiempo me niego a que alguien lea las 140 letras que tengo para decirle. Un perfil de facebook abandonado porque lo que hago o pienso es irrelevante en el día a día de cualquiera. Un blog que acoso o abandono indiscriminadamente porque lo que escribo son tonterías que posiblemente soy yo quien las relee. 

Quiero dejar de sentirme de este modo pero no puedo, hay tantas voces que me hacen pensar que hablar es un acto ingenuo. Tal vez sólo quiero que alguien me escuche. Hablar para escuchar mi voz es un acto artificial y egoísta, pero posiblemente necesario. ¿Será que ya perdí la brújula del quién soy y de lo que he sido? No sé ni qué pensar. Ojalá pronto pueda salir de este embrollo en el que me he metido. 

Comentarios

  1. Escribir siempre vale la pena aunque sea para uno mismo. Justo ahora pienso que alguien escribió esta entrada pensando que nadie la leería y yo pienso que escribo este comentario que nadie va a leer(?)

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    1. Justo leí este comentario que nadie iba leer, al releer mi blog. Es bueno saber que no sólo mis ojos repasan estas líneas.

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