Entradas

Mostrando las entradas de abril, 2014

14 de mayo de 2013

Te digo, o te susurro, que nos vayamos despacio, quedito. Porqué un día me dijeron que caminar lento era el remedio, que de menos te cansabas y menos ganas daban de volver. Un día te pedí que a mi lado caminarás y si no lo pedí lo deseé con todas mis fuerzas que, de un momento a otro, mi brazo ya estaba sostenido en el tuyo y viceversa.  Pero a ti no te agrada, y no hace falta que me lo digas...  En verdad quisiera caminar a pasitos de tortuga contigo, escribirte aunque al paso de los años me convierta en un dulce bien dulce. Que bien; si te diera por ser colibrí y alimentarte de mi, bastaría con eso para justificar cualquier transformación anómala.  Un día pensé en pedirte que me acompañaras, de aquí, allá, a todos lados, y en verdad quería caminar contigo. Parecías ser como un guardia en un camino de serpientes y chabacanos. Pero a esta niña, tonta ilusa y egoísta, se le olvidó que todos piensan y quieren caminar con alguien ese camino lleno de cosas que nos dan miedo. Tú la