FXS: El triunfo del fracaso

Mi casa y mi mente están desordenados, pero para mí todo está en perfecta armonía. Me siento abrumada con los planes, con el futuro, el objetivo de la vida. Todo explota cuando quieren ir coordinados, buscan chanclas todo lo planean. Me cortan como a la leche. Tratar de cumplir las expectativas de todas las vidas que vivo paralelamente me costó un ancla en los ojos, me dejó varada en la cama hasta las dos de la tarde. El recuerdo de los planes me salvó del naufragio.

Normalmente todo lo que es mío lo mantengo cerca. Mis lentes: que me dejan ver todo lo que me rehúso a percibir; mi cargador que se pega a mis sábanas para darme un toqué de energía que no más no me alcanza. Pero esta vez mi celular, mi compañero en el insomnio, mi salvavidas; se escurrió por alguna parte que no logro saber cuál fue. Me abandonó en el insomnio y me arrastró al punto en que debía excavar para enterrar mi credibilidad. Me caracterizo por ser impuntual y por perder las cosas, esta vez no fue una pérdida momentánea, no fue una laguna, fue un océano entero. 

Hay días que suceden para el fracaso, que no albergan otro sentido. Hoy fue uno de esos días. Cada una de las decisiones que he tomado, cada una de las decisiones que han tomado aquellos que me rodean, terminaron en esto. Quisiera explicar a mis compañeros de día lo que sucedió hoy, pero han sido tantas "coincidencias" que, el simple hecho de justificar mi ausencia, se convierte en un acto cobarde e inverosímil. Esto puede parecer un desperdicio de datos, de tiempos para aquellos que lleguen a leerlo, pero hoy me apetecía reconocer el triunfo del fracaso. 

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